Y estaban ahí… tal como lo habían planeado
tantas veces. Desde la fantasía. Años
planeando algo férvido.
Al enfrentarse ante lo que habían imaginado.
Horrífico. Frío. Cagante. Forzado. Sucio. Grotesco. Sí, grotesco. Y en realidad
si alguien hubiera sido testigo de ello, no lo hubiera notado. Parecía natural.
Pero en el interior brotaban vómitos.
De
un momento a otro, comprendieron que eso no debió suceder nunca. Todo debió
haber quedado en meras fantasías. Pero la situación los obligaba a continuar la
farsa. Continuar aquel teatro que estaban construyendo. Estar ahí era un paso.
No había marcha atrás. Hubiera sido tonto. Quizá, lo más sensato. Pero en esa
escena que estaban construyendo no podían detenerse.
De un momento a otro se dio cuenta… Los
labios no eran los mismos del amor pasado. El calor era frío. No había esa
conexión del último encuentro. No eran las mismas manos. Ni las mismas ganas.
Ni la misma pasión. Ni los mismos ojos. Ni la misma entrega. Era extranjero.
Extraño. Falso. Rígido. Tosco.
De repente la situación se salió de
control. Comenzaron carcajadas incontrolables. Comenzaron movimientos extraños.
De pronto no pudieron seguir. Las cosas estaban fuera de su alcance. Y estaban
ahí en la situación más bizarra.
Verdad es, el inconsciente habló. Era
desacertado. No funcionaba para ninguno. En sus distintas manifestaciones.
No dejaba de pensar en lo repugnante de
la escena. Frío y forzado.
Al acabar la hora febril, el ambiente
cambió. Frío, gris. Torpe, sí, torpe. Como verse en el espejo y repugnarse ante
la imagen propia. Asqueado de verse en el otro. De encontrarse a sí en el otro.
Odiar los defectos propios en el otro… sólo así pudo ver. Sólo así pudo
aprender una valiosa lección. Le costó. Pero aprendió.
Esa conexión llamada amor.
Esa conexión materializada en deseo.
Aquel amor, una electricidad engendrada
entre dos. Por azahar. Causalidad mística, quiso creer. Una electricidad que se
da.
Inútil buscarla metódicamente.
Está.
Sin saber dónde. Por qué sucede, o no.
Notó que el amor es esto que sucede entre
dos sin explicación.