Saturday, November 29, 2008

Hay veces que no sé.

No sabes ni cómo ni por qué, pero hay veces en las que tienes ganas de algo y no sabes de qué. Simplemente tienes las ganas. Ganas de escribir, por ejemplo, tienes la hoja y la pluma y comienzas, como si la parte muda de ti quisiera expresarse por medio de las letras lo que no puede decir de otra forma.

Hay veces que despiertas con un vacío y hartazgo de la vida que no sabes ni de donde proviene, simplemente lo sientes y tienes ganas de tomar la salida de emergencia para huir. Entre más intentas encontrar una explicación clara ante esto más abrumado te encuentras. No hay forma de escrutar lo que sientes.

Hay veces que te enfadas sin saber la razón y la más cercana que encuentras te parece tan estúpida que aseguras no puede ser la causa del enfado. Intentas buscar cualquier explicación racional e incluso tratas de convencerte por medio de argumentos que el disgusto no tiene sentido y está fundamentado en la nada. Pero no es suficiente. Aparentemente la vida te sigue proveyendo de las mismas bondades, aparentemente las cosas están bien y mejor de lo que antes pudieron estar pero no es así. Hay algo dentro que quiere decirte algo.

Esto es un experimento para ver qué se puede escribir cuando simplemente se siente las ganas de escribir. Puede ser no muy coherente, pero lo importante es saber qué quiere escribir la mudez.

Darle licencia para reclamar la falta de atención que recibe y para darle el poder de decir que nos acostumbramos fácilmente a todo. Que lo que antes era novedad hoy ya es costumbre. Que la costumbre hace desatender a las cosas que eran importantes como si ya no tuvieran tanto valor como antes.

Hay veces que la misma vida nos otorga regalos inesperados. Regalos que aparecieron dónde menos se esperaban, cuando más se necesitaba y mejoraron como jamás se imaginaban.

Hay veces que vives como si estuvieras soñando y sueñas como si estuvieras viviendo. No hay forma de medir cuánto tiempo llevas así. Simplemente vives los momentos por los momentos mismos. Y la vida transcurre sin darte cuenta de que transcurre.

Hay veces que quisieras apartarte del mundo con lo que tienes y ser. Ser sin importar nada y estar disfrutando todo. Vivir hoy disfrutando el ayer viendo hacia lo inmediato. Ser un bohemio de nosotros mismos. Disfrutando de los detalles y las cosas a las que nos hemos acostumbrado.

Hay veces que quisieras ser tomado de la mano y caminar… Hay veces que en la ausencia de palabras se dicen más cosas. Hay veces que los silencios se disfrutan más que las voces. Hay veces que sólo necesitas ver a alguien para saberlo todo. Hay veces que el sonido más agradable es la risa de alguien. Hay veces que la sombra más bella es la que camina junto a la tuya. Hay veces que los ojos con más significado son los que miran fijamente a los tuyos. Hay veces que no importa que tan rápido o lento se vaya el tiempo si lo pasas con las personas que amas. Hay veces que el olor te transporta a sensaciones inesperadas. Hay veces que los paisajes más extremos no se disfrutan estando solo. Hay veces que las cosas de la vida sólo adquieren significado cuando las unes a personas significativas.

Hay veces en las que tienes ganas de algo y no sabes de qué. Simplemente tienes las ganas. Ganas de escribir, por ejemplo, tienes la hoja y la pluma y comienzas, como si la parte muda de ti quisiera expresarse por medio de las letras lo que no puede decir de otra forma.

Saturday, November 08, 2008

No supe cual elegir


Estaban frente a mí y las miré.
La noche no representaba oscuridad sino la privacidad del alma. El aire no significaba frialdad sino la aprobación de la naturaleza. Y ahí estaban, eran brillantemente resplandecientes.
Parecía quietud, pero sólo parecía. En realidad no había sino la conspiración del cosmos, las estrellas comenzaron a danzar circularmente hasta acariciar mi cabello. El espectáculo era simplemente inefable e inverosímil, para quien no estuvo presente seguramente ya habrá perdido el interés por lo fársico que suena. Además hubo pocos testigos, fuera del escenario natural.

En ese momento todo podía pasar. La contemplación de la tranquilidad era la protagonista de la historia aparentemente. Pero de repente las estrellas comenzaron a susurrarme, no supe si fue realidad o fantasía. Pero comencé a escuchar claramente sus voces.

Una de ellas me decía que me atreviera, que hablara, que fuera valiente y no temiera ante la reacción que pudiera tener. Me decía constantemente que no hay otra cosa sino el presente. Que lo hiciera de una vez por todas y sin pensar. Que hablara... pero luego llegó la voz de la otra.

Esta otra me pedía cautela, me rogaba que dejara seguir el curso natural de las cosas. Que previera las posibles reacciones y consecuencias de cualquier palabra que pudiera haber emitido. Me hizo ver la gama de secuelas. Me asusté y no supe que hacer. Y es que el futuro parecía tan cambiante y variable.

Una más, y la más pícara de todas me insinuaba detalle a detalle lo que podía hacer para obtener los placeres que deseaba. Era muy concreta, muy vivaz en sus sugerencias. Ellas parecían funcionar y pensé que podía recibir lo que mis emociones me gritaban. Así que una vez más le hice caso. Ejecuté con maestría y sin discreción uno a uno de los consejo de la última estrella. Sin embargo me hacía falta algo más, parecía carente de palabras, carente de verdadera intención o carente de verdadera convicción.

Las estrellas comenzaron a hablarme al mismo tiempo y ya no supe cual elegir.
El escenario que era perfecto se tornó hostil ante mis deseos.
El tiempo pasó, y no hubo opción más que la resignación.
No supe qué voz escuchar. No supe armonizar el ahora con el después.
Perdí el momento idóneo. Mi voluntad se ridiculizó ante sí misma por no ser clara y firme.
La indecisión en realidad fue la protagonista de la historia.

No desperté solo


Es lógico para muchos, si duermes solo, despiertas solo. Pero no, muchas veces despiertas y no sabes junto a quién, por muy surreal que suene. Como la canción de mecano que dice "...cuando me desperté y vi otro tío acostado, de espaldas a mi lado, me dije 'pavo este quién es'" (Mecano, Stereosexual)

Lo digo, porque ya me ha pasado. He despertado con no sé quién y no recuerdo que haya pasado algo la noche anterior. Ayer por ejemplo no desperté solo, desperté con 'nervios', con 'decisión', con 'valor', con 'incertidumbre' y con 'gusto'. Ni me digan, suena como una orgía, pero ni siquiera noté su presencia. Sólo despertaron junto a mí y me siguieron todo el día.

Y así fue... cuando entré ahí estaba, como siempre, conforme a mi memoria, ahí... Mis acompañantes mañaneros no me soltaron la mano. Lo que ví cuando entré, entre la penumbra, confirmaba la realidad, no era un ente ideológico, no era un intangible, era real.

Mis latidos eran más fuertes que el ruido exterior, la gente me veía con esa mirada como cuando ruge el estómago, y volteas a ver de dónde proviene el sonido. Me sentía incómodo ante los latidos de mi corazón, sentía que me iba a explotar el pecho. Después las cosas regresaron a la normalidad, al parecer fue la 'costumbre'. Pero no recuerdo haberla visto en mi cama. En fin, terminó todo y me fui. Como si solo hubiera sido un espectáculo callejero de medio tiempo y no me hubiera afectado en lo posible. Y es que olvidé que ya había lanzado piedras, golpes, gritos, suspiros, recuerdos y palabras. Ese fue mi mejor aplauso. Me levanté, y caminé. Sin decirme una palabra, en un silencio incómodo. Sentía que debía decirme algo. Pero omití las palabras. Cuando la impresión es fuerte deja en blanco la mente.

Hoy por ejemplo, desperté con 'hubiera'. Y le dije: ¿Qué pedo? ¿Qué haces en mi cama? Y se carcajeaba de mí. Se me encimó. Y comencé a pensar "...hubiera gritado su nombre", "...hubiera esperado", "...hubiera dicho algo", "... que tal si hubiera"

Y dije: !al carajo! ¿Por qué desperté con "hubiera"? Si "hubiera" no existe. No, no existe. Pero si está, y está ahí presente. No digo que su presencia sea linda o amable. Si no que su presencia es mala leche. Hostiga, oprime el pecho. "Hubiera" en pocas palabras no está padre. No, no está padre "...porque si hubiera... hubiera sido padre" y "... si no hubiera, hubiera sido aún más padre" Pero así no sucedieron las cosas. No. Las cosas salieron todo los contrario a "hubiera", cosa que no está padre, pero al menos es real.

Así que me vestí. Cerré la puerta de mi dormitorio y le dije ¡Quiero que te vayas para cuando yo regrese!

Aún no he entrado al cuarto, porque creo que sólo aparecen cuando despierto. Pero le dejé muy claro que no quería volver a verla entre mis sábanas; creo que esta vez fui más determinante que antes.

Mañana espero amanecer con "meaning"…

Monday, June 23, 2008

PARTE I

Jamás se había imaginado que las cosas fueran así. Eran demasiado... reales para ser verdad. -¡Cómo es posible que la gente sea así! No lo puedo creer – se decía a si mismo. Y en verdad no podía creer que todo lo que había creído era falso. Cual amor a primera vista, cual amor eterno e inolvidable, cual príncipe encantador, cual princesa encantada... cual primer beso de amor, cuales finales felices. Todo eso eran patrañas. Invenciones de desdichados, invenciones de soñadores que cansados de la realidad mundana crearon su universo literario para acabar con toda fealdad terrenal.
Y sí... estaba triste cual emo en el parque Juárez. No podía soportar los pensamientos que mareaban su cabeza. Los intestinos le apretaban la poca paz que su cuerpo podía albergar. Necesitaba un liberador, una medicina que lo sacara del sopor en el que se encontraba.
Pero la solución parecía inexistente. ¿Dónde podría venir su cura?
No le importó más. Decidió tomar medidas rápidas. Se mudó de ropa. Se arregló. Se veía bien. Se fue a una fiesta con mucha gente, mucho ruido, luces de colores, rayos láser... El ambiente era perfecto para olvidar, para huir y gozar de las bondades que ofrecían los meseros.
Lo malo fue despertar al otro día a principios de la tarde... el ruido en sus oídos, las paredes movedizas, el calor insportable, las sábanas en el piso...
No... lo malo era despertar, recordar la diversión nocturna y por consiguiente recordar el motivo que le orilló a huir... – Ash, no vale la pena pensarte... Ni siquiera eso. No vales la pena ni siquiera para ser escrito en alguna historia –
Y no... cada vez que venía un pensamiento ruin, maldecía y se forzaba a no pensar. Pero ideas sobre el futuro era lo que siempre atormentaba.
- Si, claro. Es eso. Es como cualquier ciclo. Se necesita un principio y un fin. Para el fin siempre son necesarias las despedidas, incluso el luto. Vale, no pasa nada. Démosle el luto que merece. Démosle 5 segundos de silencio – Claro ¿Acaso valía la pena un luto de más tiempo? Por supuesto que no. La vida sigue – eso quería pensar- Y entonces se codeaba con mayor intensidad a su entorno para recordar lo que antes le hacía vibrar, lo que antes le daba alegría y seguridad.
Necesitaba autoafirmarse de nuevo para saber quien era ahora, que quería ser y que iba a hacer, ahora que las cosas habían cambiado desestabilizando su vida, su entorno, sus pensamientos y sus sentimientos... Necesitaba autoafirmarse.
Cuando sin darse cuenta su vida comenzaba a tomar un nuevo rumbo en el que ... (continuará)
PARTE II
Un nuevo rumbo, no tan nuevo ni tan diferente... pero una nueva actitud ante la vida. Se arregló, se cambió y comenzó a disfrutar de las actividades que para sí eran lúdicas. Todo iba de maravilla. Nuevas personas, un nuevo aire, nuevas historias... Todo adquiría un nuevo brío. O eso quería pensar...
Si... eso quería pensar. Porque los recuerdos no se borraban como tiza de la pizarra. No, ellos perduraban en su mente y de repente un ramalazo de luz aparecía en su conciencia. Le obligaba recordar – no por mucho tiempo, ni con la intensidad de antes – pero sus ideas hacía un viaje al pasado.
- ¡Maldita sea! ¿Acaso esto no se irá jamás? No, lo creo. Fue algo tan significativo, que dudo alguna vez se vaya- Y ya no le importaba tanto. Pero cuando vio su rastro en la televisión, cuando le volvió a ver fue como una regresión momentánea al pasado. Fue una conmemoración impactante. Se levantó molesto, irritado, con las tripas amarradas y su corazón quebrado. Una sola muestra de su existencia podía moverle los sentimientos que alguna vez tuvo.
Y nada, nada... podría robarle los recuerdos. Cuando conoció a alguien más. Cuando ya lo había superado para siempre se dio cuenta de lo fea que la gente puede ser.
- La gente no quiere a nadie, sólo a sí mismas. Sólo buscan llenar una lista de expectativas. Y si no se cumplen, pues no se acercan. Tan fácil. Sólo son requisitos para poder compartir momentos. Pero no es nada más, ni amor ni conocimiento de la persona- Al menos eso se puso a escribir tras la última traición de la cual había sido víctima – nuevamente – Si, había sido abandonado, engañado y traicionado sobre todo. Fue víctima del ego de otro. Fue víctima del cliché – No eres tú, soy yo. Solo podemos ser amigos – Y no sabía si le daba más risa o coraje haber sido presa de las frases prefabricadas. Le daba mucha, mucha risa. Pues ya sabía que las personas sólo buscan a alguien para llenar su lista de expectativas. Y si alguna vez coinciden: ¡Tarán! Tenemos a una nueva pareja, que convino en andar, por que cumplía con los requisitos.
Y lo que más gusto le daba no era ser libre de nuevo. Lo que más le daba alegría no era la falta de ataduras sino más bien la sensación de armonía consigo mismo. Era feliz porque ya no vivía a las expensas de sus emociones, pasiones y sentimientos. No. Se le presentaba un nuevo horizonte.
Esta vez... ya no le importaban las señalizaciones del nuevo horizonte, ahora sólo quería vivir. Vivir. Vivir. Amar a aquellos que no tenían la lista. Amar a aquellos que por don habían sido obsequiados desde el principio simplemente para ser amados. Si... ¿Qué más podía pedir alguien sino vivir feliz con su círculo más cercano?Eso quería creer, la vida que vislumbraba le parecía tan fácil... pero no sería así como lo había imaginado... no. (continuará)

Tuesday, March 11, 2008




To be in this Life.
I miss the times when I was happy. I turn up my head and try to find out where I lost myself on the way. Maybe I can find me or not. It is a chance. Nostalgic, longing, indifference… everything and nothing at the same time it is the inner part of... I cannot reach any point where I can say “yes I feel something”. I do not feel anything. I see my future and I only foresee uncertainty. I look at my past and I only can discover bright-dark-terrible-great moments. I regret, of course I do. But I am not repentant of what I’ve done. I stare at my present and I only see how much work, tasks, assignments and a boring life I have. Routine has become my friend, my foe… my frenemy. It helps me to carry on but it is such a bitch. I need to breathe. My life needs holidays of me. But I am afraid I cannot leave me. I am condemned everlasting with me. I see the word “me”. It means a lot. It means ME! I think is too much: is fun, is responsible, is funny, is cautious, is joker, is obsessive, is relaxed, is ambitious, is fashion, is glutton, is tired, is dancer, is anger, is magic, is lost, is found, is enlighten, is medieval, is lucky, is debater, is love-lover, is intense, is writer, is amusement, is dramatic, is hilarious, is tragic, is comedy, is tear, is smile, is happiness, is sorrow, is passion, is indifference… is.
Is, is… am, is, are… All is about to be. “To be” proves the existence. If there is not “to be”, there is not existence. If there is not existence there is no Me. But There is. Oh hell no. Yes there is. Well, no. Anyhow. I miss the time when I was nostalgic. I turn up my head and try to find where I found myself on the way. Maybe I can find the hint of my troubles. Happy, energy, hope… everything and nothing is in the inner part of… I cannot find any point where I can say “Yes I am melancholic”. I only feel gladness. Life is so full of surprises, of things, of troubles, of joy, of bad times, of friends, of egocentric people, of success, of tiredness, of peace moments, of war times, of treaties, of knowledge, of ignorance, of life… of death.
Existence and life. So complicated. Too much. Too much. But too much. It is more than an ocean of water, and ocean of knowledge, an ocean of love… is a universe. Big, big universe. Immeasurable. At any moment it will explode. For sure. My eyes are witnesses of all. It is not nice.
Life is a possibility. Its contingency makes all so… -there is no word, nor definition- Its contingency makes all so… [ ]. I really feel sorry for those who “am, is, are” in this (no-word) life.