Tuesday, May 26, 2009

MIENTRAS YO VIVA


Ardo en llamas, una luz tenue ambienta la habitación, los animales de la noche cantan mi son y la luna es mi único espectador. Canto en tu honor, vibro en tu sintonía, vuelo en tu recuerdo. Me hundo en sensaciones eternas de tu pensamiento. Sólo y acompañado del pasado, del recuerdo, del amor, de tu mirada. No contengo la energía que me invade esta noche. La naturaleza me acompaña en mi tenor. Las palabras no sacian mi sensación, no la expresan en todo su esplendor, ni ellas ni la música. Canto, pienso, imagino, recuerdo y amo.

Noche eterna que de ti habla, noche sabia que de ti conoce, noche luminosa que te presenta en nubes de plata y tambores de hojalata. Melodía de tu figura, de tu pelo, de tus ojos, de tu voz que canta mil momentos vividos juntos. Amor que emana del alma y no del cuerpo. Amor de saber que pertenecemos el uno al otro. Ni el tiempo, ni el espacio son capaces de romper el destino que nos unió y unirá para siempre. Amor que no se puede escribir, ni hablar, ni dibujar, ni cantar, amor que se sabe, se tiene, se vive… amor de la casualidad, amor de la causalidad. Amor que siento. Amor por el que brindo. Amor nato de los momentos más íntimos. Amor de tu sonido. Amor que se confirma con cada nota musical, en cada acorde, en cada consonancia.

Me arrullo en los brazos del amor y de la memoria. Memoria corporal, memoria del alma que almacena cada centímetro, cada olor, cada sabor a ti. Me arrullo y duermo en placer de saberte y amarte. Me duermo en tu ausencia inserta en mis huesos. Me duermo con la esperanza de encontrarte en otra realidad sin fronteras espaciales o temporales. Cierro los ojos, abro mis oídos, extiendo mis manos. Mi corazón se desborda y vuela hacia tu ventana, hacia tu cama.

Detengo mi canto, mis palabras y me dejo llevar… la noche me viste de su poder para atraerte hacia mí, hasta mi pecho, a mis brazos que ansían tu sabor. Noche de tu lejanía, palpitar de tu proximidad. Despiertas gracias a mi recuerdo, me piensas y me sientes cerca. Despiertas y ahí estoy aunque no lo sepa y aunque no me veas. Ahí estaré siempre, en tu recuerdo y en tu olvido. Ahí estaré porque mientras yo ame, mientras yo sienta, vivirás en mis brazos y caminarás de mi mano por la senda de grillos y rocíos. Mientras yo cante tu recuerdo y tu amor. Mientras yo viva. Mientras la luna atestigüe mi verso, viviré añorándote.