Wednesday, September 05, 2012

Lección febril.


Y estaban ahí… tal como lo habían planeado tantas veces.  Desde la fantasía. Años planeando algo férvido.

Al enfrentarse ante lo que habían imaginado. Horrífico. Frío. Cagante. Forzado. Sucio. Grotesco. Sí, grotesco. Y en realidad si alguien hubiera sido testigo de ello, no lo hubiera notado. Parecía natural. Pero en el interior brotaban vómitos.
 De un momento a otro, comprendieron que eso no debió suceder nunca. Todo debió haber quedado en meras fantasías. Pero la situación los obligaba a continuar la farsa. Continuar aquel teatro que estaban construyendo. Estar ahí era un paso. No había marcha atrás. Hubiera sido tonto. Quizá, lo más sensato. Pero en esa escena que estaban construyendo no podían detenerse.

De un momento a otro se dio cuenta… Los labios no eran los mismos del amor pasado. El calor era frío. No había esa conexión del último encuentro. No eran las mismas manos. Ni las mismas ganas. Ni la misma pasión. Ni los mismos ojos. Ni la misma entrega. Era extranjero. Extraño. Falso. Rígido. Tosco.

De repente la situación se salió de control. Comenzaron carcajadas incontrolables. Comenzaron movimientos extraños. De pronto no pudieron seguir. Las cosas estaban fuera de su alcance. Y estaban ahí en la situación más bizarra.
Verdad es, el inconsciente habló. Era desacertado. No funcionaba para ninguno. En sus distintas manifestaciones.  

No dejaba de pensar en lo repugnante de la escena.  Frío y forzado.
Al acabar la hora febril, el ambiente cambió. Frío, gris. Torpe, sí, torpe. Como verse en el espejo y repugnarse ante la imagen propia. Asqueado de verse en el otro. De encontrarse a sí en el otro. Odiar los defectos propios en el otro… sólo así pudo ver. Sólo así pudo aprender una valiosa lección. Le costó. Pero aprendió.
Esa conexión llamada amor.
Esa conexión materializada en deseo.
Aquel amor, una electricidad engendrada entre dos. Por azahar. Causalidad mística, quiso creer. Una electricidad que se da.
Inútil buscarla metódicamente.
Está.
Sin saber dónde. Por qué sucede, o no.
Notó que el amor es esto que sucede entre dos sin explicación.


Tuesday, January 24, 2012

Impotencia insoportable


Todo vuelve a ser normal.
¿Notas que la luna sólo refleja mi sombra?
Y cómo habrías de notarlo, si no estás acá.
¿Notas que el día es largo y la noche triste?
No lo creo. No lo consentirías.
¿Notas que mi cama es fría, qué mis dedos están solos y que mis labios te extrañan?
¿Notas que me faltas?
Lo dudo. De saberlo no soportarías ni un minuto del abismo en mi interior.
Ese profundo abismo de tu ausencia. De saber que eso que teníamos tu y yo. Hoy es recuerdo. Fantasía. Espejismo.
Hoy noto que no estás conmigo. Ni lo estarás.
Escucho que tu corazón palpita a un diferente ritmo.
Veo que no estamos en la misma pista.
Que quizá nunca estuvimos ahí.
Todo vuelve a ser normal.
Todo regresa a una realidad. No a la de ayer. No, no después de haberte conocido. Nada será igual..
Ni yo. Ni tu.
Colapso.
Aunque finjas y pretendas.
Aunque me haga el fuerte.
Aunque seas débil.
No regresaremos al mismo sitio.
Impotencia insoportable.

Wednesday, January 18, 2012

. Demencia .

No es en tu presencia sino en tu ausencia que te deseo más. Que te anhelo más.

Ni tampoco son tus manos o tus ojos… invisibles. O tu silueta tatuada en mi alma.

Es lo que produces en mí.

Esas ganas. Ansias. De tenerte. Cercarte. Olerte. Tocarte.

Y la tristeza más grande de despertar y no poder sentirte.

El vacío de tu ausencia.

El olvido de tu olor.

El calor aquel que se produce, único. Nuestro.

Mirada tuya. Mía.

Labios sedientos de más.

Y en la desnudez de nuestro sentir, está nuestra verdad… libre, libertadora.

Insoportablemente leve...

Sin tu pesadez. Nuestra. Pesadez vital. Corpórea.

Henos allí, cubiertos por luces etéreas… Heme allí.

Otra vez nos imaginé. Olvidé regresar a esta realidad, contigo.

Demencia. Demencia no es imaginarnos. Demencia es olvidarnos.

Silencio oscuro asfixiante.

Frío letal.

Corazón.

Wednesday, June 17, 2009

Cierro los ojos

Mis párpados caen. Mi cama destendida. El monitor parpadeante. Mis pensamientos revueltos. Fatiga sabatina. Sinsentido rutinario. Calor bochornoso. Necesito saber qué es lo que voy a hacer. Qué cena tan pesada. La noche pasa lenta. Comienzo a pensar. No te veo en línea. Me hago tonto para ver si apareces. ¿Qué estarás haciendo? Sigues desconectado. Quiero verte. Vago por la red. Me siento y espero. El teléfono no suena. No creas que yo te voy a llamar. Ajá. ¿Qué piensas? Yo no te voy a llamar. No me quiero enamorar. No te quiero buscar. Ni te quiero esperar. Sigues sin entrar. Llamar o no llamar. Esperar o no esperar. Me canso. Tomar una almohada. Dormir un poco. Clarificar mis pensamientos. Dormir. Dormir. Dormir. Dormir. Cierro los ojos. Estoy offline para que no veas que te espero. Ponerme el pijama. Hacer tiempo. Me veo en el espejo. Estoy bien sólo. Internet está vacío. No hay algo. Nada me entretiene. No te esperaré. Tonteo un poco. Cómo ilumina la luna hoy. La misma luna. El silencio abrumador. El sonido de mi estancia. No das señales de vida. Quiero verte. Los grillos cantan. Estoy bien solo. Estoy bien estando solo. No bien como muy, sino bien de bienestar. Ni sé lo que digo. Dormir. Dormir. Dormir. Ni apareces. Ni me dejas mensajes. Ni apareces. Ni te importo. Ni me importa. Dormir. Dormir. Dormir. Dormir. Mis dedos se detienen. Pierdo la mirada en el vacío. Me aburro en la red. Si no apareces me voy. Dormir. Dormir. Dormir. Si quisiera ya te habría buscado. Me prometí no hacer algo. Espero. Espero. Espero. Ni sé. La la la. Canto. Ni canto. La la la. Hago tiempo. Escucho. Ni veo. Sólo pienso. Bostezo. Recostarme un rato. En lo que llegas. Dormirme. Internet de aburrimiento. Sonidos de la noche. Me recuesto en lo que aparece algo interesante. Apatía. Sueño. Cierro los ojos. Los abro. Aún no estás. Cierro los ojos…

Friday, June 12, 2009

Labios.

Mis manos sobre tus caderas. Tu piel cálida. Tu vientre suave. Nuestros cuerpos pegados. Te miro a los ojos. No parpadeamos. Mirada larga y profunda. Miro tus labios ardientes. Miro tus ojos de nuevo. Te grito en silencio que muero por besarte. No retiras la mirada. Me acerco lentamente. Mis manos suben con gentileza. Acaricio tu mejilla. Aún no te beso. La línea del tiempo se rompe. Dudo en besarte. Mis labios se acercan más a los tuyos. Mi mano enmarca tu rostro. Nuestros labios se tocan, se desean… sienten un calor, una chispa, un fulgor. Se entrelazan con suavidad, con dulzura, con controlada pasión. Mis manos acarician tus hombros. No controlan sus movimientos. Pinto tu mejilla con mis dedos. El beso tierno ahora es el beso de la pasión. El sabor, el aroma y la sensación de tu beso. El calor de nuestros deseos. La entrega total de sí en el ósculo más esperado. Unión. Entrelazamiento. Sabor. Calor. Movimiento. Soltura. Abrazo. Amor. Sólo hay presente. Mis manos aprietan fuertemente las tuyas. Doble unión. Doble sensación. Doble calor. Doble amor. Entera donación de seres. En tinieblas sentimos íntimamente, detalladamente, tiernamente, cada uno de nuestros movimientos, de nuestro aliento, de nuestros palpitares. Latidos que bailan en la misma sintonía, al mismo ritmo, al mismo son. Amor desbordante en un ciclo interminable. Mis ojos lentamente comienzan a percibir la luz. Tu figura no está. Tu ardor es frío. Tu sabor no es. tu cuerpo nunca fue…

Tuesday, May 26, 2009

MIENTRAS YO VIVA


Ardo en llamas, una luz tenue ambienta la habitación, los animales de la noche cantan mi son y la luna es mi único espectador. Canto en tu honor, vibro en tu sintonía, vuelo en tu recuerdo. Me hundo en sensaciones eternas de tu pensamiento. Sólo y acompañado del pasado, del recuerdo, del amor, de tu mirada. No contengo la energía que me invade esta noche. La naturaleza me acompaña en mi tenor. Las palabras no sacian mi sensación, no la expresan en todo su esplendor, ni ellas ni la música. Canto, pienso, imagino, recuerdo y amo.

Noche eterna que de ti habla, noche sabia que de ti conoce, noche luminosa que te presenta en nubes de plata y tambores de hojalata. Melodía de tu figura, de tu pelo, de tus ojos, de tu voz que canta mil momentos vividos juntos. Amor que emana del alma y no del cuerpo. Amor de saber que pertenecemos el uno al otro. Ni el tiempo, ni el espacio son capaces de romper el destino que nos unió y unirá para siempre. Amor que no se puede escribir, ni hablar, ni dibujar, ni cantar, amor que se sabe, se tiene, se vive… amor de la casualidad, amor de la causalidad. Amor que siento. Amor por el que brindo. Amor nato de los momentos más íntimos. Amor de tu sonido. Amor que se confirma con cada nota musical, en cada acorde, en cada consonancia.

Me arrullo en los brazos del amor y de la memoria. Memoria corporal, memoria del alma que almacena cada centímetro, cada olor, cada sabor a ti. Me arrullo y duermo en placer de saberte y amarte. Me duermo en tu ausencia inserta en mis huesos. Me duermo con la esperanza de encontrarte en otra realidad sin fronteras espaciales o temporales. Cierro los ojos, abro mis oídos, extiendo mis manos. Mi corazón se desborda y vuela hacia tu ventana, hacia tu cama.

Detengo mi canto, mis palabras y me dejo llevar… la noche me viste de su poder para atraerte hacia mí, hasta mi pecho, a mis brazos que ansían tu sabor. Noche de tu lejanía, palpitar de tu proximidad. Despiertas gracias a mi recuerdo, me piensas y me sientes cerca. Despiertas y ahí estoy aunque no lo sepa y aunque no me veas. Ahí estaré siempre, en tu recuerdo y en tu olvido. Ahí estaré porque mientras yo ame, mientras yo sienta, vivirás en mis brazos y caminarás de mi mano por la senda de grillos y rocíos. Mientras yo cante tu recuerdo y tu amor. Mientras yo viva. Mientras la luna atestigüe mi verso, viviré añorándote.

Saturday, May 23, 2009

…Y SALÍ CORRIENDO

Ya había visto esa imagen antes. No era agradable. Sentía nauseas. Los vi v ahí juntos. El cuarto giraba en eterno sopor. El letargo que acompañaba la escena me envolvía terriblemente. No sabía si salir corriendo o enfrentar aquel destino. Aquella sensación de que todo empezaba de nuevo. Mi vida cambiaba de rumbo. Justo en ese instante lo podía ver. Una sola imagen ya vivida era la señal. Debía salir corriendo. Me faltaba el aire. No soportaba el ruido lúdico de la gente a mi rededor. El olor a cigarro consumado. El ambiente alcohólico. Los fieles placeres de la noche. No quería ser testigo de esa escena. No quería revivirlo. Correr, sólo quería salir corriendo. Verlos juntos me hizo revivir las peores escenas. Sabía que no podía huir del fatal destino. Ah. Mis nervios aumentaban. Tic tic tic tic tic. Muchos ruidos en mi cabeza. El sabor de la noche era amargo. Su rostro me daba asco. Repugnante. Y pensar que antes me atraía. Qué asco. Elixir nocturno que bebí de un solo trago. Vacío. Ausencia. Vómito. Luces. Música. Humo. Perdición. Escote. Piernas al aire. Muslos seducidos. Besos entregados. Pasión desbordante. Volverlo a vivir provocó una sola cosa: ganas de huir. De alejarme. De desaparecer. No lo consentiría esta vez. No los vería de nuevo. El beso que tanto soñé en labios de otro. Cuellos entrelazados. Cuerpos ajenos. Imagen terrible. No lo controlo. Soy espectador, no protagonista. No lo soporto. Salgo corriendo.